COVID19: ¿Estamos preparados para una vida después del coronavirus? Volver a la peluquería tras el confinamiento



Difícilmente volveremos a vivir, como lo hacíamos antes del COVID19. Esa frase, que suena perogrullo, es afirmada por expertos: Recién veremos la “normalidad” de acá a mínimo 2 años. Este escenario nos pone la tarea de prepararnos para vivir un mundo incierto, con la economía confinada reinando y con el desafío de plantear problemas comunicacionales mayores para gobiernos y organizaciones grandes y pequeñas.



Este momento nos entrega cada día nuevos aprendizajes. Poco a poco debemos adecuarnos a las nuevas reglas del entorno que la pandemia nos ha impuesto. Abrirnos el camino dentro del nuevo orden que fuimos obligados a hacer andar.
Y los centros esteticos, peluquerias, spas, no quedan fuera de este contexto.



Una nueva vida después del COVID19
“Dirige tu negocio a través de la crisis. A medida que la pandemia está afectando nuestras vidas y causando estragos en la economía global”.

Ante las diferentes opiniones de expertos en un tema, como virología y salud pública, debemos usar un enfoque iterativo y empírico que nos permite comprender lo que está sucediendo. Para lograrlo, es muy importante tener la guía de expertos, ya que la información es compleja y nos ayudarán a tomar decisiones sobre el tema.

Prepárate para un mundo cambiado

Debemos esperar que la crisis de COVID19 cambie nuestros negocios y la sociedad de manera importante. Esto no debe desanimarte, debemos aprender a vivir después de esta pandemia.

 Es muy importante que te prepares en bioseguridad tanto dueños como empleados, pues de ustedes depende su seguridad y la seguridad de sus clientes a un, no contagio.

La idea es cambiar la forma usual de atender a los clientes, pues ahora no podrá haber salones llenos. La idea, es que antes de abrir, cada local aplique pruebas de covid-19 a su personal antes de iniciar sus operaciones y se repitan periódicamente. Además, se debería  planificar que se agenden citas, para evitar que se reúnan clientes en salas de espera.

 Cada persona deberá llegar con mascarilla y deberá desinfectarse y lavarse las manos y solo ingresará al local luego de que una persona a cargo le coloque una bata. Ya dentro del local, también se propone distanciar los puestos de atención, para evitar que dos clientes y dos estilistas estén demasiado cerca. Todos están conscientes de que el riesgo de contagios es latente pero se debe minimizar a través de medidas sanitarias seguras, pues la gente debe aprender a convivir con el virus, mientras no exista una cura o una vacuna.

Ni revistas, ni compañeras de charla mientras se aplique el tinte. Las peluquerías se transforman estos días en un tiempo récord para recibirnos acatando los requisitos sanitarios impuestos por la pandemia

Recepción del cliente

La recomendación general es que, siempre que sea posible, las puertas del establecimiento permanezcan abiertas para evitar que los clientes la manipulen. Aún así, habrá que repasar pomos, tiradores y barandillas tras recibir a cada cliente. Además, se recomienda que los profesionales cubran las prendas que se quiten en fundas de plástico desechables similares a las de las tintorerías.

Además, en la entrada de las peluquerías deberá haber gel hidroalcohólico para que los clientes se higienicen las manos al entrar y salir del establecimiento.

Materiales desechables


Las casas comerciales de peluquería recomiendan emplear materiales de un solo uso con cada cliente para evitar la contaminación. Esto implica que tendrá que haber una nueva zona en el salón para almacenar y tener a mano estos materiales desechables requeridos para cada servicio. Hablamos de capas, protegecuellos, batas, toallas, mascarillas, etc. Superficies de contacto con el cliente como la zona del cuello de los lavacabezas pueden ser protegidos con film transparente que se desechará tras casa uso.

A la hora de tirar estos materiales tras cada uso, los profesionales deberán hacerlo en contenedores con bolsa de plástico y tapa.

Macarillas


Cuando la distancia mínima de seguridad (2 m) no sea factible, por ejemplo, cuando el peluquero tenga que realizar el servicio al cliente, será obligatorio el uso de mascarillas. En algunas peluquerías están optando también por llevar pantallas protectoras de plástico para incrementar la seguridad.

Además, los salones pueden ofrecer a sus clientes mascarillas faciales para aumentar el nivel de protección durante las sesiones. Tanto si las proporcionan, como si es el propio cliente el que la lleva, es recomendable que tengan sujeción en las orejas para no interferir en el trabajo del peluquero.

Ropa y calzado de trabajo

Para una máxima higiene, los profesionales deberán llevar uniformes y calzado cuyo uso se reduzca exclusivamente al salón, así como lavar las prendas que lo compongan a un mínimo de 60º. Para ello, deberán quitárselo para salir del salón y meterlo en una bolsa de plástico para transportarlo. El calzado usado durante la jornada no podrá salir del establecimiento y es aconsejable que sea lavable a la temperatura indicada. Tampoco deberán usar bandoleras para portar las herramientas de peluquería.
Superficies vacías

Para garantizar una máxima higiene, se recomienda retirar los productos a la venta habitualmente expuestos en mostradores, tocadores y estanterías y solo el estilista podrá manejarlos. Esto facilitará y agilizará la desinfección de superficies y herramientas tras cada servicio a cada cliente.

Igualmente, los probadores de producto hasta ahora disponibles en los salones de belleza deberán ser retirados.

Limpieza de las herramientas


Aunque se recomienda en lo posible utilizar materiales y herramientas desechables, la higienización de las reutilizables será necesaria tras cada uso. Además se recomienda seguir una rutina similar a la de los dentistas. Esto es, que cada profesional trabaje con un kit de herramientas limpias en cada servicio, evitando compartirlos. Tras cada uso, se recomienda retirarlos para su desinfección.

En cuanto a los productos de peluquería (champús, lacas, desenredantes, también será necesaria la desinfección del embalaje externo tras cada uso. En los casos de productos sin dosificador (como tarros), se recomienda el uso de herramientas desechables como espátulas para extraer cantidades, evitando introducir las manos.

Pago con tarjeta o transferencias

Como en el resto de establecimientos, es preferible el pago con tarjeta o sistemas de pago como transferencias  para evitar la manipulación de efectivo. Pero, en caso de que no quede más remedio, las peluquerías deberán evitar el contacto directo, haciendo uso de un recipiente donde el cliente pueda dejar el dinero.

Al despedir a cada cliente, el profesional deberá desinfectar los materiales y superficies utilizados para el cobro.

Higiene de manos

El lavado de manos por parte de los profesionales será una acción mucho más frecuente de lo que ya era antes del estado de alarma. Así, peluqueros y colaboradores tendrán que hacerlo antes y después de trabajar con un cliente, después de tocar dinero, tarjetas de crédito, barandillas, pomos y tiradores de las puertas. Por supuesto, cuando sus manos estén contaminadas con secreciones respiratorias, así como antes y después de ponerse o quitarse los guantes y la mascarilla.

Gestión de residuos
Todos los materiales han de depositarse en cubos de basura con bolsa y tapa, preferiblemente con apertura mediante pedal para evitar la manipulación con las manos. Se recomienda cambiar las bolsas con frecuencia, como mínimo, a diario, realizando la limpieza de los contenedores tras cada cambio.

Para el limpieza entre servicios se recomienda que la clásica escoba de las peluquerías sea reemplazada por aspiradoras o mopas, ya que la primera levanta partículas.
Olor a desinfección

Si bien hasta ahora las peluquerías contaban con un aroma característico fruto de la combinación de los productos que habitualmente se usan (lacas, decolorantes, champús, desenredantes, etc.), ahora el olor a lejía o desinfectante será habitual en los salones. La lista de limpiadores desinfectantes autorizados disponibles para esta tarea es amplia.

¿Incremento de precios?

Como consecuencia de la implantación de las nuevas medidas de higiene, algunas peluquerías podrían reflejar esa inversión adicional en sus precios. No tanto por el uso de desinfectantes y productos de limpieza como por el de los materiales desechables individuales. Aunque,  eso dependerá del tipo de peluquería y su posicionamiento.


La idea es cambiar la forma usual de atender a los clientes, pues ahora no podrá haber salones llenos. La idea, dice Cavallero, es que antes de abrir, cada local aplique pruebas de covid-19 a su personal antes de iniciar sus operaciones y se repitan periódicamente. Además, se planifica que se agenden citas, para evitar que se reúnan clientes en salas de espera. Cada persona deberá llegar con mascarilla y deberá desinfectarse y lavarse las manos y solo ingresará al local luego de que una persona a cargo le coloque una bata. Ya dentro del local, también se propone distanciar los puestos de atención, para evitar que dos clientes y dos estilistas estén demasiado cerca. Cavallero señala que todos están conscientes de que el riesgo de contagios es latente pero se debe minimizar a través de medidas sanitarias seguras, pues la gente debe aprender a convivir con el virus, mientras no exista una cura o una vacuna.

Este contenido ha sido publicado originalmente por Diario EL COMERCIO en la siguiente dirección: https://www.elcomercio.com/actualidad/peluquerias-protocolo-seguridad-reactivacion-quito.html. Si está pensando en hacer uso del mismo, por favor, cite la fuente y haga un enlace hacia la nota original de donde usted ha tomado este contenido. ElComercio.com
La idea es cambiar la forma usual de atender a los clientes, pues ahora no podrá haber salones llenos. La idea, dice Cavallero, es que antes de abrir, cada local aplique pruebas de covid-19 a su personal antes de iniciar sus operaciones y se repitan periódicamente. Además, se planifica que se agenden citas, para evitar que se reúnan clientes en salas de espera. Cada persona deberá llegar con mascarilla y deberá desinfectarse y lavarse las manos y solo ingresará al local luego de que una persona a cargo le coloque una bata. Ya dentro del local, también se propone distanciar los puestos de atención, para evitar que dos clientes y dos estilistas estén demasiado cerca. Cavallero señala que todos están conscientes de que el riesgo de contagios es latente pero se debe minimizar a través de medidas sanitarias seguras, pues la gente debe aprender a convivir con el virus, mientras no exista una cura o una vacuna.

Este contenido ha sido publicado originalmente por Diario EL COMERCIO en la siguiente dirección: https://www.elcomercio.com/actualidad/peluquerias-protocolo-seguridad-reactivacion-quito.html. Si está pensando en hacer uso del mismo, por favor, cite la fuente y haga un enlace hacia la nota original de donde usted ha tomado este contenido. ElComercio.com

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