La micropigmentación de labios es uno de los tratamientos estéticos más demandados para lucir unos labios perfectos cada día con un acabado natural
Al igual que te contamos que el «microblading» de cejas es el paso intermedio entre el tatuaje y el maquillaje de cejas, lo mismo sucede con el «microblading» de labios o micropigmentación labial. Y es que la novedosa técnica de la micropigmentación que ha revolucionado el sector del maquillaje y depilación de cejas se aplica también para lucir unos labios perfectos cada día con un acabado natural y favorecedor.
¿En qué consiste el «microblading» de labios? Esta técnica de maquillaje semipermanente de labios busca poder prescindir de los lápices en el día a día a través de la definición y coloreado de los labios con un color de aspecto muy natural. El resultado son unos labios «rellenos», perfectos y como recién pintados de manera semipermanente.
Así, el «microblading» labial permite:
Definir los labios desdibujados
Corregir asimetrías
Dar volumen
Dar tono
Conseguir un brillo natural
Atenuar los labios con arrugas
Perfilar y degradar el tono
Dar volumen
Respecto a las cejas, los labios presentan una mayor dificultad a la hora de la micropigmentación debido a la sensibilidad de la zona y a los tres tipos de piel que encontramos en ella: el contorno labial, el perfilado y la semimucosa (la que deja ver casi los vasos capilares). De las tres zonas, solo el contorno y el perfilado proporcionan una mejor fijación del color (más en el caso de la piel más externa).
La piel más interna de los labios retiene peor el color por la ausencia de folículos pilosos). Es por ello que en el «microblading» de labios la zona interior del labio necesitará más retoques que la exterior.
¿Qué tono elegir?
Teniendo en cuenta esto, te recomendamos elegir un color acorde con tu tono natural de labios (el de la zona de la mucosa) para conseguir un efecto más natural y prolongar su duración lo más posible. Asimismo, lo normal es degradar ligeramente el color de fuera hacia dentro a medida que nos adentramos en la semimucosa, de manera que quede uno o dos tonos por debajo del área más externa.
El profesional que aplique la micropigmentación en el labio debe tener en cuenta el tono de la semimucosa del labio para matizarlo en caso de que sea necesario y dar con el color más favorecedor. Aunque los tonos rosados y rojo tejasuelen ser los más usuales en este tipo de pigmentaciones semipermanentes. En cualquier caso, lo que se utilizan son pigmentos orgánicos que permiten un acabado muy natural.
«Microblading» de labios: ¿cómo se hace?
Como ya te contamos, el «microblading» de cejas se realiza con una pluma «tebori» compuesta por varias agujas dispuestas en ángulo que van realizando las microincisiones en las que se deposita el tinte. En el caso de la micropigmentación de labios, se pueden usar diferentes agujas en función de la zona que estemos trabajando. Así, para el perfilado del labio se comienza con una aguja o dermógrafo de una sola punta y se continúa con una de tres. Para el relleno del labio se emplean agujas de tres o cinco puntas.
Ante la pregunta de si la micropigmentación de labios duele, la respuesta es semejante a la del «microblading» de cejas. Lo normal es sentir molestias durante la aplicación, si bien el profesional aplicará una crema anestésica para que estas sean tolerables.
¿Qué duración tiene el «microblading» de labios? Se recomienda dar un repaso a la micropigmentación pasados entre uno y tres años del tratamiento.
La recuperación
Si te vas a someter al «microblading» de labios debes saber que horas después del tratamiento tus labios permanecerán notablemente inflamados. Asimismo, el tono inicial seguramente será más intenso de lo deseado, pero el tono definitivo será mucho más suave. Se calcula que el pigmento tarda alrededor de un mes en asentarse por completo bajo la piel.
El proceso normal pasa por que se forme una costra en la zona pigmentada que deberá ir cicatrizando con el paso de los días. Lo habitual es que la costra caiga a los 15-20 días de la aplicación del tratamiento.
«Microblading» de labios: antes y después
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